Tres estilos, tres comentarios

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Curiosamente en la última semana he ido más al cine que lo que suelo hacer algunos meses. La inminente entrega de los Oscars ha sido la culpable. Entre semana fuimos a ver la última de Tim Burton. Si tenemos en cuenta mi pasión por el mundo siniestro, la estética oscura y que me encanta la direccion de arte de Burton, podríamos decir que no soy muy objetivo en mis comentarios. Helena Bonham Carter está sublime en su papel, Johnny Depp vuelve a deleitarse en las pelis de su amigo Tim burton y si encima podemos ver a ese gran Sacha Baron Cohen, que más podemos pedir. Es de agradecer ir a ver una peli como esta y terminar disfrutando de un musical. La fotografía es bastante buena, los FX os podeis imaginar y la música ambienta excelentemente la historia. Sin duda, en esta ocasión, podemos volver a disfrutar de Tim Burton en su más pura esencia.
Y ayer hice algo que no había hecho en mi vida, sesión doble. Comenzó con "Expiación, más allá de la pasión". La verdad es que me sorprendió mucho la historia. Esperaba el típico tostón melodramático de época. Y sin embargo según iba transcurriendo me iba enganchando más y más a la trama. Keira Knightley está bien en su papel (aunque un cocidito a la niña no le vendría mal), pero sin duda la que de verdad lo borda es la niña de la primera parte del film (Saoirse Ronan). Aquí tambien la fotografía es muy buena, el vestuario, como en la mayoría de las pelis de época, muy elaborada y el guión bien trenzado.
Y cuando parecía que nos íbamos para casa, me engancharon para ver una más: Michael Clayton. Por Dios, no se si era porque estaba cansado, porque era ya muy tarde o porque la historia me aburría enormemente, pero volvió a ocurrir: ME QUEDÉ DORMIDO DE NUEVO. Como podía ser que un actor que anuncia Nespresso (grandes dosis de cafeina) me proporcionase tanta somnolencia. A mediados de película empecé a sentir los primeros sintomas: pesadez de parpados, primeros cabezazos, babilla en la comisura... Pongo a dios por testigo que lo intenté. Cambio de postura en la butaca, pellizcos en las piernas, vamos que me faltó ponerme palillos en los ojos. Pero en el momento menos esperado, ZAS! casi me rompo el cuello. Cuando desperté quedaban unos escasos 30 segundos para que salieran las letras. Cara de qué buena es, que interesante el guión, que bien estaba aquí George Clooney...y una mierda!!!
En fin señores, como siempre he dicho, para mi el cine es para disfrutarlo. Y sí, disfrute con la sangre del barbero de la calle Fleet, con la perversa niña de expiación y con la siestita que me eché a la salud de Clooney.

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